Tenemos que luchar por acabar con el racismo, ya que todos somos iguales. Ser negro, blanco, amarillo o azul no significa ser diferente, ni tampoco hace falta matar.El racismo no es algo nuevo, ya pasa desde hace años, está por todo el mundo es algo que debemos detener. En la escuela tenemos que trabajar para que los niños y niñas aprendan que todos somos iguales y da lo mismo de qué color tengamos la piel. Esta noticia la he encontrado en lanacion.com.ar yo soy Leyre Arias y os cuento esto porque ESTÁ PASANDO.
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